sábado, 26 de enero de 2008

COLONIA

Era la segunda ocasión que visitaba esta hermosa ciudad alemana. Ya había estado allí hacía casi treinta años. Ocupaba un asiento del tren número 145 de la ruta procedente de Amsterdam. Esa mañana del 25 de Agosto de 2001 hicimos un trasbordo en Emerich y pasamos por las estaciones de Utrecht, Arheem y Dusseldorf. La estación Hauptbanhof se encuentra al lado de la célebre Catedral de Colonia, símbolo de la ciudad.



















FACHADA - CATEDRAL DE COLONIA




















CATEDRAL DE COLONIA
VISTA DESDE EL RIN


Después de un leve descanso en el Hotel Mercure Severinshof, nos dirigimos al Domo de la catedral. Reafirmaba mi memoria lo impresionante de sus torres y su estilo gótico. El antecedente directo de la nueva construcción fue una iglesia de 95 metros de longitud, de dos coros, consagrada en el año 870. Las reliquias de los Reyes Magos de Milán, se trajeron a esta Catedral en 1164. El relicario no fue terminado sino hasta 1225. Lamentablemente, ese día el área de la capilla de eje de los Tres Reyes Magos estaba cerrada al público. El relicario fue instalado allí en 1322. El Arzobispo Konrad de Hochstaden, en 1248, decidió levantar un nuevo edificio que diera satisfacción a las necesidades de una Catedral y de un templo de peregrinación. En ese momento no tuvo la orientación de la arquitectura románica imperante en Alemania, sino la arquitectura moderna gótica de Francia. Fue consagrado este templo actual en 1322, y luego en los años sucesivos se terminaron de construir sus torres y sus naves. Desde 1948 se encuentra el relicario en donde actualmente se exhibe. Finalmente, en el siglo XX culminó la edificación.


RELIQUIA DE LOS TRES REYES MAGOS


Fue muy placentero para mí observar en su interior, en un nicho alto, la figura corpulenta de San Cristóbal, al lado derecho de la entrada que conduce hacia el Altar Mayor. Data la estatua del año 1470. Aún no se había fundado nuestra amada villa del Táchira. También resalta la imagen de la Misericordia de la Virgen María, conocida como la Virgen del Adorno, bellamente vestida de color blanco, con bordados en alto relieve y cruces en dorado, de tipo camándula con piedras. El niño está vestido igual. A sus pies lamparitas en devoción. Esta figura está colocada en la pared delantera del mausoleo barroco de los tres Reyes Magos, creado después de 1677 para la iglesia eje. El peregrino puede igualmente detallar cinco vidrieras en la nave lateral septentrional, realizadas en 1509, con diversas escenas bíblicas, así como vidrieras bávaras donadas en 1842 por el Rey Luis I de Baviera, y colocadas allí en 1848. En una capilla de la entrada principal, el turista puede apreciar una escultura alegórica al embalsamiento de Cristo. Célebres son el coro y el órgano de la catedral.



CATEDRAL DE COLONIA


DETALLE DE VENTANA

Con estas hermosas impresiones nos fuimos a dar un recorrido por el Rin (Rhein en alemán). El embarcadero queda en la calle Trankgassenwerft. El crucero, de una hora, permite ver la panorámica de la antigua y moderna Colonia, así como sus parques, corredores peatonales y casas. Las fiestas privadas las hacen en los barcos anclados en los muelles. Modernos puentes de hierro, tanto para tránsito vehicular como ferroviario, van apareciendo en el recorrido fluvial. Entre ellos, recuerdo los puentes Hohenzollernbrucke, Deutzerbrucke y Severinsbrucke.



PANORAMA DE COLONIA

VISTA DESDE EL RIN

miércoles, 23 de enero de 2008

BRUJAS

Brujas es una de las ciudades más románticas de Europa. Sus pequeños puentes, sus canales y sus cisnes, entre otros elementos, la hacen ciudad encantadora. Como tesoro escondido que se va descubriendo, las carretas calesas y barquitas que recorren los lugares más pintorescos de Brujas, nos recuerdan un cuento prodigioso que comienza por: “Erase una vez...” En mí permanecerá como una hermosa estampa la visita que hiciera a Brujas el miércoles 22 de Agosto de 2001. Desde Bruselas, la capital de Bélgica, se puede tomar un autocar, que en hora y media hace el traslado a este rincón de hermosos encantos.

















PUERTA DE ENTRADA





















ARQUITECTURA DE FACHADAS

En las riberas del Zwin nació como pequeña colonia, entre los siglos VII y IX. Los primeros habitantes que buscaron refugio en el lugar lo llamaron “Briggia”. Alrededor de esta plaza-fuerte, denominada “Brug”, construida por los Condes de Flandes, se desarrolló una ciudad que, gracias a su enlace con el mar, se convirtió en emporio comercial. Su importancia hizo que dichos Condes residieran en ella y acuñaran su propia moneda. En la Edad Media Brujas adquirió un carácter residencial, con un brillo grandioso, por la presencia de los Duques de Borgoña. Ello la convirtió en una ciudad fastuosa y en centro artístico europeo. A partir del siglo XIV tuvo el auge del hierro forjado, de la tapicería y del bordado. Brujas internacionalmente es conocida por su producción y comercio de encajes. Nacida del mar, Brujas recibió de éste la prosperidad social que requería para la conservación de su inestimable patrimonio. La presencia del agua en todas partes hace de este rincón de Bélgica una postal inolvidable.



PANORAMICA DE BRUJAS

La ciudad tenía siete puentes de entrada, que en la actualidad quedaron reducidos a cuatro. Sus canales fueron hechos por Luis XIV. El paso vehicular está restringido en sus calles centrales, por lo que es necesario visitarla a pié. El centro de Brujas – literalmente hablando – lo conforman el Ayuntamiento y la Plaza Mayor. El campanario de la municipalidad y su plaza cubierta fueron construidos hacia 1240. Servía de sala de reunión para los magistrados de la ciudad. Su torre de piedra, símbolo característico, data del año 1300. A su pie se encuentra un balcón, desde el cual las autoridades anunciaban las leyes y prescripciones de los mercados, entre los siglos XIV y XVIII. Encima de este balcón se encuentra la estatua de Nuestra Señora, Notre Dame, que, al igual que las otras 600 estatuas de la virgen, diseminadas por todas las calles del poblado, son verdaderas piezas de arte. La Plaza Mayor es una de las más hermosas que han visto mis ojos. Es un verdadero éxtasis contemplarla, rodeada de diferentes casas con fachadas muy coloridas, en forma de escalera. Su parte oriental está ocupada por los hermosos edificios del Gobierno Provincial y de la Oficina de Correos, ambos de estilo gótico. En esta plaza, la más importante, se echaron las bases de la vida económica, política y social de Brujas. Los caballeros defendían en ella sus títulos de nobleza, los pescadores levantaban sus puestos de venta, allí se discutía sobre la industria textil y el pueblo luchaba por su libertad. En esta plaza se veían la horca y la guillotina. Hoy, una magnífica fuente y una estatua de piedra y bronce del carnicero y tejedor de la ciudad, fervientes combatientes independentistas, destacan en su medio. Estuve más de media hora girando mi vista alrededor de la plaza.

















PLAZA MAYOR DE BRUJAS


















PLAZA MAYOR DE BRUJAS


Al recorrer en barca los canales de Brujas, que se denominan “los canales del amor”, se aprecian las construcciones medievales aún mantenidas, con balcones de madera y preciosas jardineras. Los puentes viejos de piedra y las cuatro puertas con las murallas que dan acceso a la ciudad, nos transportan a épocas lejanas.
















CANAL ROZENHOEDKAAI


















CANAL LANGEREI

Numerosos objetos de bellas artes conforman el rico y variado patrimonio artístico de Brujas. Destaco dos obras que me impresionaron, ambas en la iglesia de Nuestra Señora, levantada en el siglo IX. La primera, la imagen de la Virgen y el Niño, esculpida en mármol de Carrara, entre 1498 y 1501 por Michelangelo di Ludovico Buonarroti Simoni, Miguel Angel, una de las creaciones más raras de este artista, que se encuentra fuera de Italia, figuras que aparecen incluidas en un óvalo ideal, compuesto por la solemne imagen de la Virgen en contraste con el dinamismo de la figura del Niño. La segunda, el espectacular púlpito de roble, esculpido en 1743, con diversas figuras barrocas.
Brujas es un hechizo de arte, de arquitectura y de paisaje.

















MADONNA CON NIÑO


MIGUEL ANGEL BUONAROTTI






















MADONNA CON NIÑO

MICHELANGELO BUONAROTTI



jueves, 17 de enero de 2008

LOS BRITANICOS Y BUCKINGHAM

En Inglaterra, país donde vivimos y estudiamos durante tres años nuestros grados de primaria, hay actitudes, gestos y lenguaje corporal que son convencionalismos sumamente respetados por el flemático inglés. Son personas muy reservadas. Evitan el entusiasmo excesivo en la conversación. No aceptan una actitud desmesuradamente amistosa, ni gesticular demasiado. Se considera grosero dar palmadas en la espalda y poner el brazo sobre los hombros. El único modo de cruzar las piernas es colocando una rodilla sobre la otra. Gritar resulta ofensivo. Si ésta es la forma común de conducirse el británico en la vida social, qué podemos imaginarnos de lo que ocurre con la realeza.
















REINA ISABEL II

















LA CORONA
GALERIA DE LA REINA

A partir de la muerte de la princesa Diana, y por las críticas que surgieron hacia la familia real, parece que la corona se acercó más al pueblo. Una muestra de ello es la apertura al plebeyo de las puertas del Palacio de Buckingham. El Lunes 20 de Agosto del 2001, en uno de mis viajes de regreso a Londres, al salir de la estación del metro o Underground Victoria, tuve la inolvidable ocasión de entrar por vez primera a las instalaciones palaciegas. Buckingham Palace está abierto entre el 4 de Agosto y el 30 de Septiembre, para poder apreciar las habitaciones donde la Reina Isabel II atiende como Jefe de Estado. En este momento, la entrada costaba 9 libras esterlinas senior y 11 libras adults. De esta manera, el de sangre roja puede visitar, a nuestro juicio, el palacio más lujoso y rico de Europa.




















THE GREEN DRAWING ROOM

BUCKINGHAM PALACE





















THE GUARD ROOM

BUCKINGHAM PALACE




















THE WHITE DRAWING ROOM

BUCKINGHAM PALACE



















THE WHITE DRAWING ROOM
BUCKINGHAM PALACE


En 1826 Jorge IV encargó al arquitecto Jorge Nash que lo remodelara, y once años después la reina Victoria se instaló en el nuevo palacio. Cuando fue construido se trataba de una pequeña mansión comprada por el rey Jorge III para su mujer, la reina Charlotte. Desde 1937 ha sido la residencia principal de Elizabeth II. El esplendor se va encontrando en alfombras persas, escaleras con manillas doradas, techos labrados y pintados con oro, consolas y espejos gigantes, jarrones de porcelana china de dos metros de alto, obras de arte de Rubens y Velásquez que cubren paredes completas, lámparas y candelabros inmensos de muy fino y refulgente cristal, desvanes y juegos de sala con marcos y molduras de madera labrados y pintados en dorado, pianos de carey, pintados a mano con decoración pastel, cortinas con cenefas que visten altos ventanales, vajillas con baño de oro y comedores que exhiben jarrones de oro, con ángeles labrados y tallados. Todo ello, en Palacio, hace ver que cada objeto tiene su lugar, su historia y su por qué.




















PINTURA DE REMBRANDT

GALERIA DE LA REINA




GRAN ESCALINATA

BUCKINGHAM PALACE





















JARRA CHINA 1740


COLECCION REAL





















CRESPIN VASE


COLECCION REAL


Es en la Sala del Trono donde la Reina Elizabeth II y el Príncipe Phillip Mountbatten reciben a los Jefes de Estado y se atienden los asuntos oficiales. Es donde también ella entrega anualmente las condecoraciones y órdenes reales, pudiéndose apreciar allí una muestra de ellas. En cada uno de los salones hay guardias y guías, que no permiten en absoluto ninguna toma fotográfica o fílmica.





















SALON DEL TRONO


BUCKINGHAM PALACE















DINING ROOM

BUCKINGHAM PALACE



Al salir de los ambientes internos, se disfruta de caminerías por los jardines, con lagos y bosques en los cuales uno se imagina a la realeza departiendo en sus ratos libres. En un salón externo, especialmente acondicionado, los turistas pueden comprar los souvenirs alegóricos a tan impresionante visita. Desde entonces, quedaría imborrable en mi memoria tanta magnificencia, tanta riqueza, tan suntuosidad, y reafirmaría en mí la lección aprendida en las aulas de mi colegio londinense, sobre el respeto que se debe guardar a Su Majestad, la Reina.








CABEZA DE BUDA


GALERIA DE LA REINA




CENTRO DE MESA NEPTUNO

GALERIA DE LA REINA



















VASO COMPRADO POR JORGE IV 1782

COLECCION REAL





















VASO FRANCES

COLECCION REAL



martes, 15 de enero de 2008

ENIGMAS CRISTIANOS DE CHARTRES

El 17 de Agosto de 2001 tuve la ocasión de conocer uno de los templos más enigmáticos del cristianismo. Me refiero a la Catedral de Chartres, en Francia. Este templo, junto con los de Reims y Amiens, configura una de las tres joyas de la arquitectura gótica francesa. Allí se reúnen una serie de misterios que vinculan su construcción con la religión cristiana y otros tantos ligados a aspectos más paganos y hasta astrológicos. Desde su exterior lo primero que impresiona son sus dos torres muy altas y asimétricas. Igualmente, es de destacar los sólidos arbotantes, especie de arcos en su parte posterior, que constituyen uno de los signos más característicos de la Catedral. Edificada en sus inicios por los druidas celtas sobre un terreno con aguas y energías curativas, fueron en total cinco las iglesias erigidas a largo de los siglos, todas ellas destruidas por otros tantos incendios. Su actual versión fue la reconstrucción parcial del templo, realizada por el sabio, arquitecto, gramático, aritmético, astrónomo, médico y músico, Fulbert de Chartres.



















FACHADA DE LA CATEDRAL DE CHARTRES



















ARBOTANTES DE LA CATEDRAL DE CHARTRES


Al entrar, en medio de un ambiente sombrío, más bien oscuro, sin embargo resaltan 2.600 m2 de vidrieras, vitrales y rosetones. En el altar mayor una espectacular escultura de la Asunción de la Santísima Virgen es el motivo principal. Bordeando el altar mayor hay una secuencia de una serie de acontecimientos del cristianismo, tallados en piedra, entre ellos la degollación de los santos inocentes. Sobre una alta columna se yergue una Virgen, la Virgen del Pilar, con el niño, negros ambos, ataviados en color dorado, que hacen un raro contraste. A propósito, como bastión de la cristiandad, Chartres entre las reliquias que conserva, tiene el “velo de la Virgen”, un trozo de una camisa de la Virgen María, a la que está consagrado el templo, y la que habría llevado durante el tiempo de su embarazo. El misterio del velo data del año 911, cuando fue utilizado como bandera para rechazar un ataque normando a Chartres.





















VIDRIERAS Y MEDALLONES - CATEDRAL DE CHARTRES








VIRGEN DEL PILAR-CATEDRAL DE CHARTRES























TUNICA DE LA VIRGEN - CATEDRAL DE CHARTRES



En la planta de la nave central, está esculpido, en piedra blanca y azul, el famoso laberinto de la Catedral. En verdad, no es propiamente un laberinto, pues es imposible perderse en él, ya que sólo hay un camino y conduce al centro. El laberinto muestra un camino fijo de 294 metros de recorrido, que debe ser seguido con ritmo, según un ritual. Para los clérigos cristianos, este laberinto sustituía el viaje a Tierra Santa y proporcionaba las mismas indulgencias. En el centro del laberinto, según unos, está Dios y la salvación. Para otros, el laberinto tiene la misión de defender el centro, el acceso o “iniciación” a la sacralización, la inmortalidad y la realidad absoluta. Los más extremistas aseguran que el laberinto está relacionado con el recorrido de las corrientes telúricas que serpentean bajo los cimientos de la catedral.





LABERINTO - CATEDRAL DE CHARTRES


A pesar de todos estos símbolos del cristianismo, son notorias las ausencias en la decoración de algunos episodios cristianos. Hay referencias a temas astrológicos, como el que en su suelo se representa la constelación de Virgo, que daría respuesta al enigma del por qué la planta del templo se orienta en sentido norte-este, que contradice los cánones arquitectónicos, según los cuales las iglesias se orientaban hacia Palestina, es decir hacia el este. Estos son los enigmas de la Catedral de Chartres, algunos cristianos, algunos paganos, algunos astrológicos, algunos míticos. Todos ellos, sin duda, viajeros por los laberintos del tiempo, en un sopor de silencio.

domingo, 13 de enero de 2008

VIDA, OBRA Y MUERTE DE VAN GOGH

La muerte llega a todos por igual. A ricos y pobres. A virtuosos y pecadores. A felices y desdichados. Como afirma Fernando Savater, ella es “fatalmente necesaria, perpetuamente inminente, íntimamente intransferible, solitaria…” Muchos conocen la gloria durante su vida. A otros les llega después de la tumba, sin disfrutar de sus mieles. El miércoles 15 de Agosto de 2001, junto con mi esposa y mi padre, visité la villa francesa de Auvers Sur Oise, a 35 Km. al norte de París. Dos motivos tenía yo para ello. El primero era conocer las raíces del apellido homónimo de mi esposa, Auvert. El otro era respirar el ambiente donde vivió sus últimos días uno de los grandes genios de la humanidad: Vincent Van Gogh.


VINCENT VAN GOGH - AUTORRETRATO 1887


FUENTE: LIBRO "AUVERS-SUR-OISE" ADQUIRIDO POR ISAAC


Auvers Sur Oise es un pequeño poblado a orillas del apacible río L'Oise. Casas típicas de la campiña francesa y calles decoradas con impactantes flores, hacen del lugar una verdadera postal. No en vano el artista holandés la plasmó en 1890 en el cuadro “Vista de Auvers”.



















VISTA DE AUVERS SUR OISE - VINCENT VAN GOGH 1890

POSTAL AQUIRIDA POR ISAAC EN VAN GOGH MUSEUM AMSTERDAM

El Chateau de Léry es un gran castillo, con jardines cuidadosamente ornamentados, desde donde se domina una magnífica vista del pueblo. Al frente de la municipalidad, denominada Hotel de la Villa, se encuentra el Albergue Ravoux, ahora llamado “Maison de Van Gogh”, donde llegó el 20 de mayo de 1890 y se hospedó en sus últimos días de existencia el famoso pintor. Subiendo hacia las colinas del pueblo se pasa por la Iglesia, también retratada por Van Gogh, con campanario viejo, altos vitrales y paredes que parecen conservar muchos años de plegarias. Rematando las colinas y donde se abren extensos campos de sembradíos de trigo, esta el cementerio. Gran curiosidad llevaba por acercarme a la tumba del pintor. Pero…¡Qué sorpresa! Mi asombro no tenía límites. Me encontré, al lado de una de las paredes perimetrales del camposanto, con una corroída y enmohecida lápida, que tiene la inscripción: “Ici repose Vincent Van Gogh, 1853-1890”. Con similar lápida e inscripción se encuentra su hermano Theo. Una frondosa enredadera y algunas espigas de trigo ofrendadas por admiradores, son todo lo que compone la obra que guarda los restos del genio. Pensé de inmediato sobre la vida, obra y muerte de la gente. En este caso, reflexioné sobre la vida miserable, enloquecida y desafortunada de Van Gogh, que al suicidarse en Auvers Sur Oise, sin un centavo en el bolsillo, estaba enterrado en la forma más pobre y ruin, tal como habían sido los últimos años de su vida. Las espigas de trigo del pueblo, símbolo de riqueza, en su tumba, me recordó el contraste de esta vida con las glorias y fama de sus pinturas.






LA IGLESIA DE AUVERS - VINCENT VAN GOGH 1890
FUENTE: LIBRO DE "AUVERS-SUR-OISE" ADQUIRIDO POR ISAAC
Cuando días luego, el viernes 24 de agosto de 2001, visité el Museo Van Gogh, en Amsterdam, donde se exhiben y se cotizan en millones de dólares sus óleos, entre ellos 8 cuadros pintados en Auvers Sur Oise, y cuando también recordaba que en el Museo D ́Orsay, en París, al lado de otros grandes impresionistas, se muestran otros de sus cuadros de valor incalculable, mi tristeza fue aún mayor. ¿Era posible que la Fundación Van Gogh, que administra el museo de moderna arquitectura holandesa, no hubiera destinado parte de los fondos que ingresan por entradas, a darle una visión decente a la tumba de quien produce tanta fortuna?. Pero volví en mis pensamientos.
Así es la vida, la obra y la muerte de muchos genios. Incomprendidas, enfermas y oscuras en su ser. Admiradas, invalorables, productivas y frenéticas en su accionar. Olvidadas, abandonadas y rechazadas en su agonía.

DIANA Y SU ANTORCHA

El 31 de Agosto de cada año se cumple el aniversario de la muerte de Diana de Gales. Mucho se ha escrito sobre su corta vida, pasajes de cuentos de hadas, en unos momentos, e infierno soportado en medio de la opulencia, en otros. Mucho también se ha dicho sobre su muerte, rodeada aún de especulaciones por las circunstancias en que ocurrió. No es mi propósito, en estas líneas, agregar más a ello. Sólo quiero expresar los sentimientos que pueden aflorar ante una existencia tan contrastante como la de la princesa Diana, que hacen filosofar sobre el significado y efectos de dos acontecimientos ineludibles y tremendamente humanos: la vida y la muerte. Y la mortalidad de Diana es un excelente ejemplo para este análisis. Comienzan mis reflexiones el jueves 16 de Agosto de 2001, fecha en la cual, según reporta mi Diario de Viajero, tuve la ocasión de encontrarme en el Puente y Túnel del Alma, en la ciudad de París, justo a orillas del Sena. Lugar dramático éste, por ser donde oscureció la vida de Diana, al quedar incrustado en los barrotes del túnel el cuerpo magullado de la princesa. Allí hay una simbología extraordinaria. Sobre Le Pont de l`Alma se aprecia una pequeña plaza, donde se levanta la llama de la libertad, réplica exacta de la flama de la Estatua de la Libertad, ofrecida por el pueblo francés al norteamericano. Es que la vida no nos hace libres, sino que desde su comienzo nos trae un nudo que nunca se desata, que es la muerte. Allí se congrega en el monumento, fotos, reproducciones de revistas y mensajes que los visitantes dejan estampados sobre la vida de Diana. Igual ocurre en los muros del túnel, donde en graffitis sus admiradores expresan espontáneamente sus sentimientos y recuerdos para la princesa. Pareciera que a través de esa antorcha se va quemando y a la vez va emergiendo toda la alegría y dolor que su personaje ha dejado en los corazones de sus súbditos.

ANTORCHA DE LA LIBERTAD - PARIS

Es que Diana, desde las aulas del preescolar, donde modestamente impartía instrucción, pasó a las mansiones de la opulencia, de los palacios reales. Tal vez con ello se preparaba para morir. Porque Séneca admitió que el mejor tiempo para morir es en plena prosperidad. Quizá el destino quería hacerle vivir intensa y brevemente la felicidad y la miseria humana. Aunque morir más temprano o más tarde, según el mismo Séneca, es cosa de poca importancia, pues lo que interesa es morir bien o mal. Tal vez en poco tiempo Diana comprendió que la vida puede ser un infierno que se debe soportar y salvar, para buscar luego la anhelada felicidad. Como lo expuso San Agustín, ¿qué otra cosa es una larga vida sino un largo tormento? Es posible que el mismo destino, luego de sus amarguras, le estaba dirigiendo al verdadero día de su exaltación, en un oscuro y transitado túnel parisino. Porque el mismo San Agustín advirtió que la vida feliz no puede ser otra que la eterna, donde no hay muchos días felices, sino uno solo.





















MEMORIAL DIANA Y DODI - SOTANO DE HARRODS


Concluyen mis cavilaciones en la inmensa tienda por Departamento Harrod´s, en el sector de Knigtsbridge, en Londres, propiedad de la familia Al Fayed, que visité el 20 de Agosto siguiente. En su sótano, especialmente acondicionado, se conserva un Memorial con las fotos de Diana y Dodi, en dos aros entrelazados, y en medio de fuentes y esculturas de aves silvestres y marinas, para también representar la libertad. Resalta el anillo de compromiso que es una estrella de piedras preciosas, de cuatro puntas, y las copas con las que brindaron la noche de su muerte en el Hotel Ritz de París. Recordé, entonces, al poeta Jorge Manrique: “Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos, así que cuando morimos descansamos.”















MEMORIAL DIANA Y DODI - PUERTA 3 HARRODS

LUCES Y VISTAS DE PARIS

París es una ciudad hecha para el placer visual. En toda su extensión, en toda su arquitectura, en todos sus atractivos, esta urbe, en su aspecto turístico, está organizada para disfrutar plenamente de sus vistas y de sus luces, llenas de magia, glamour y hechizo. Creo que esta ciudad lo enlaza, lo amarra, lo atrapa a uno de tal manera, que siempre se evoca la necesidad de volver a su encanto. Hay algunos sitios emblemáticos donde este placer se puede sentir con mayor éxtasis. Estar en París requiere de sentarse en las escalinatas del Sacre Coeur, para admirar todos sus puntos cardinales y recordar que allí, en Montmartre, en su camposanto, descansan los restos de Alphonsine Duplessis, la Dama de la Camelias. Recostarse en las paredes de la terraza del Arco de Triunfo, le hace comprender a uno el por qué de la denominación de Plaza de la Estrella, donde este monumento se ubica, y desde donde, cual haz de un brillante lucero, irradia cada una de las avenidas más anchas e importantes de la ciudad.
Quizá de los placeres más agradables que he disfrutado como viajero ha sido el vivido intensamente la noche del 4 de Agosto del 2001. Mi vista contempló tres maravillas que permanecerán imborrables, inmodificables, permanentes en mi memoria. Fue la de hacer un tour nocturno y consecutivo por la Torre Eiffel, el río Sena y el cabaret Lido. Todo comenzó a las 6:30 p.m. cuando, junto con mi esposa y mi padre, llegué a la Agencia Francia Tourisme. Era un placer muy costoso, pero tal vez más nunca tendría otra oportunidad. El boleto, concretamente, incluía una cena en el restaurante del primer nivel de la Torre Eiffel, un paseo nocturno por el río Sena, y la entrada y mesa en primera fila, con champaña, en el espectacular y famosísimo club nocturno Lido.


TORRE EIFFEL ILUMINADA


Era la segunda vez que ascendía a la Torre Eiffel. Estaba engalanada, en toda su altura, con sus reflectores. Por estar en la temporada de verano, aún se podía disfrutar a esta hora de la transición de la tarde a la noche, lo que nos permitió ampliar la visión por los cuatro costados de la torre y ver a París encenderse en ciudad luz. ¡Qué fastuosa se ve la metrópoli desde este primer nivel! A las 8:30 de la noche la gastronomía francesa nos deleitaba en el Restaurante Altitud 95. Salmón y pollo, junto con vino de la casa, degustábamos al lado del ventanal que nos colocaba a París bajo nuestros pies. Magnífica vista y radiantes luces coronaban este placer.

Ya había hecho el recorrido por el Sena en visitas anteriores, pero era la primera vez que lo hacía de noche. Apreciar París con el esplendor de sus luces desde el río Sena, es algo que sólo puede ser descrito cuando se hace. Pero ello es posible cuando en ambos márgenes van apareciendo los decorados y antiguos puentes, los edificios, palacios, jardines y monumentos íconos, como el Parc du Champ de Mars y la propia Tour Eiffel, los Jardins du Trocadero, el Pont de l΄Alma, el Palais du Tokio y el Musée d Art Moderne, el bellísimo Pont Alexandre III y el emblemático Pont de la Concorde, que da acceso a la plaza homónima, la Asamblée Nationale, conocida también como Palais Bourbon, el Jardín des Tulleries, el Musée d΄Orsay y el Musée du Louvre y, finalmente, en la Ile de la Cite, la renombrada Catedral de Notre Dame. Ver este espectáculo de noche, con música parisina de fondo que se escucha en el yate, y con la descripción histórica, en diversos idiomas, de todas estas edificaciones que se oye en audífono, no puede causar otra sensación que la de una máxima exaltación.

















TORRE EIFFEL Y RIO SENA DE NOCHE

La mujer es siempre digna de admiración. En París podríamos decir, además, es digna de encanto y voluptuosidad. Si esta divinidad se presenta en un escenario exquisitamente decorado y con una variedad de números, donde resaltan la imaginación, el lujo, la elegancia y el buen gusto, estamos nada menos que en el club nocturno más célebre de París y uno de los más reconocidos del mundo, como lo es el Lido. A la entrada, en el pasillo principal lo primero que destella es una inmensa lámpara de cristal. Al lado izquierdo tiendas de souvenirs nos invitan a llevarnos un recuerdo de la noche. El salón es de niveles. Al ubicarse el espectador en la mesa, al lado de la tarima principal, el ambiente se transforma para dar la locación adecuada al espectáculo.



CABARET LIDO DE PARIS


Las luces se van desvaneciendo, el piso va ascendiendo, las paredes se van moviendo y el show va apareciendo con toda su galanura. En el entablado exóticas mujeres, escogidas como si fueran diosas, van danzando con mallas, sandalias altas, trajes de fantasía, lentejuelas, canutillos, plumas, tocados y maquillaje de primera. Cada número supera al anterior. No se sabe describir cuál es el más impresionante. El agua, que brota de fuentes multicolores y con chorros de variada intensidad, danza como las bailarinas y dan fondo a la plataforma. De pronto, cuando todos los ojos están concentrados hacia el frente, se oscurece el escenario, y vuelve a encenderse para ver cómo una hermosísima mujer, en nave espacial, vuela por todo el escenario, flotando en el aire como una mariposa, y con luces de efectos especiales.



LIDO SHOW


El punto culminante de todas estas vistas y luces parisinas ocurre cuando en plena madrugada, al salir del Lido, se pierde la mirada en reflejos fulgurantes por toda la avenida ancha y frondosa de los Campos Elíseos, tan agitada y transitada como si estuviéramos en pleno mediodía. Así es París. Así se enciende ella. Así se avista. Así destella la ciudad luz.

PARIS

Procedente de España, y pasando por Burdeux, Orleans y Chartres, llegué con mis padres y hermana, por vía terrestre, a esta capital de Francia el lunes 5 de Agosto de 1974. Entrar a París fue todo un acontecimiento para mí. Era la segunda vez que estaba en Europa, después de haber vivido en Inglaterra durante tres años.



NOTRE DAME

Nos alojamos en el Hotel Surffrent La Tour, muy cercano a la famosa Torre Eiffel y al Hotel París Hilton. Esa tarde fuimos a Notre Dame, habiendo pasado por la Plaza de la Concordia. En la isla de la Cité, pudimos admirar esta Catedral, el monumento gótico más notable de la ciudad, con los tesoros que ella contiene. En la Cité, núcleo primitivo de la ciudad, también se ubica el Palacio de Justicia y la Sainte Chapelle. En una cafetería, en el cercano Barrio de San Miguel, degustamos de un refrigerio.
Al día siguiente, martes 6 de Agosto, dejamos el hotel a las 10 a.m. y tomamos el metro en una estación contigua. Nos bajamos en la Plaza de La Concordia. Allí mi padre nos explicó lo que en esa plaza ocurrió durante la Revolución Francesa. El obelisco egipcio, colocado en su centro, me pareció impresionante. Luego tomamos rumbo hacia el Palacio de Las Tullerías y sus espectaculares jardines. Alrededor de este sector se encuentran los comercios de lujo y las casas de moda de los más afamados diseñadores, de los cuales salen verdaderas creaciones parisienses de la moda femenina y masculina. Regresamos de nuevo a Notre Dame. Admiramos esta Iglesia metropolitana, una de las maravillas de la arquitectura ojival en Francia, cuya construcción se empezó en 1163, sobre las ruinas de una antigua catedral merovingia. Al salir tomamos un taxi, y llegamos hasta la colonia de Montmartre, el punto más alto de la ciudad. Desde este lugar se domina visualmente a todo París. Allí conocimos la Basílica del Sacré Coeur. En la Plaza Du Tertre, área típica de la colina, notamos cómo se dan cita pintores bohemios que retratan los lugares más conocidos de la capital. Adquirimos seis cuadros de esta naturaleza, por el precio de dos francos cada uno. Nuestra ruta después nos llevó a Los Inválidos, cuya cúpula inspiró la construcción similar en la Iglesia de Santa Ana del Táchira. Allí hicimos una detenida inspección de la tumba de Napoleón.
















BASILICA DE SACRE-COEUR

El miércoles 7 de agosto tomamos la vía que nos condujo al Louvre, antigua residencia real, hoy día convertida en uno de los museos artísticos e históricos más ricos del mundo. Es indescriptible la curiosidad que uno siente al ver lo fascinante de tantas piezas de la pintura y escultura universal.



MUSEO DEL LOUVRE Y PIRAMIDE


A las 5:30 p.m. regresamos al hotel mediante el metro. Ya de noche, tomamos un taxi y nos dirigimos a la Plaza de La Estrella, hoy Plaza De Gaulle, donde se encuentra su Arco de Triunfo, en homenaje a los ejércitos del imperio francés. Por debajo de él descubrimos y leímos el nombre del Generalísimo Miranda. En el Arco de Triunfo concurren las avenidas más anchas y elegantes de la urbe, como la Avenida Foch, la de la Grand Arme y la de los Campos Elíseos. Precisamente por esta última tomamos un paseo. Durante su recorrido compramos dulces por 8 francos. Llegamos a la Plaza de La Concordia, donde descansamos, justo en el lugar donde fueron guillotinados Luis XVI y María Antonieta.
El jueves 8 de Agosto, con excelente día, tomamos el Meliá Bus para visitar a Versalles. Recorrimos el palacio y deleitamos la vista con sus preciosos jardines. Luego nos dirigimos al extenso y hermoso Bosque de Boulogne, al oeste de París, donde se encuentran los barrios más elegantes. Entre este bosque, el río Sena que lo limita por el occidente, los bulevares de Periere y Malesherbes y el jardín de Las Tullerías, habita la población más rica de París. El bus nos dejó a orillas del Sena. Aquí embarcamos en un yate para recorrer el río. A su margen derecha se aprecia el núcleo más esplendido compuesto por numerosos comercios suntuarios, monumentos, hoteles e industrias. Sobresalen la Bastilla, la Magdalena, la Biblioteca Nacional y el Teatro de la Opera. En la margen izquierda se aprecia el Barrio Latino, donde radican los principales centros intelectuales, como la Sorbona. También, en este margen, está el amplio Campo de Marte, en uno de cuyos extremos se eleva la Torre Eiffel. En la noche la visitamos y degustamos la exquisita gastronomía francesa en el restaurante que se encuentra en su segundo nivel. Desde esta torre, símbolo de París, verifiqué el por qué se le llama la ciudad luz. ¡Qué precioso es París de noche! Yo me sentía feliz de conocerlo. Su belleza fascinante es por tantos palacios, edificios, jardines y monumentos que hay repartidos por toda su extensión. El viernes 9 de agosto, a las 7:30 a.m. dejamos a París. La nostalgia nos hizo pensar en un regreso a su magia radiante.


ATARDECER DE PARIS Y EL SIENA - DESDE TORRE EIFFEL