La historia de esta metrópoli nos lleva a la antigua ciudad romana de Aquincum, fundada en el año 89 sobre el sitio de un antiguo campamento celta, próximo a lo que actualmente es Óbuda. En el año 896 los magiares, ancestros del pueblo húngaro actual, colonizan la región y habitan el valle de Pannonia. Hungría es fundada el año 1000, con el coronamiento de su primer rey Esteban I. La ciudad fue casi destruida por los mongoles en 1241, pero se convirtió en la capital del país en 1361. Con la conquista del país por el Imperio Otomano, Pest cae en manos de los invasores en 1526. Buda, que fue defendida por su castillo, conoció la misma suerte quince años más tarde. Mientras Buda se transforma en base del gobierno turco en la región, Pest es abandonada por sus habitantes. Es durante los siglos XVI y XVIII cuando Pest tuvo un crecimiento enorme, gracias al comercio y al desarrollo combinado de las tres ciudades, Buda, Pest y Obuda. En 1780 el alemán es introducido como lengua oficial por los Habsburgos. La fusión de las tres ciudades toma fuerza por primera vez en 1849 por impulso de un gobierno revolucionario, lo que sería luego revocado, al restablecerse la autoridad de los Habsburgo. La unión de Buda, Pest y Óbuda queda constituida por el gobierno real autónomo húngaro en 1873, después del compromiso austrohúngaro de 1867. En 1900 la población de Pest es más importante que la de Buda y Óbuda reunidas, y la ciudad era la segunda del Imperio Austrohúngaro, tras Viena. Durante el siglo XX la población se multiplicará por veinte, mientras que la de Buda y Óbuda se multiplicará por cinco. Desde 1949 el país fue regido por comunistas, quienes se agruparon en el Partido Húngaro Socialista de los Obreros. En 1956 se anunció el retiro de Hungría del Pacto de Varsovia. El Ejército Rojo ocupó el país y se reinstaló el gobierno comunista. En la década de los setenta, en la época de mi viaje a este país, Hungría se convirtió en la nación más liberal del sistema comunista. Fue el primer país del bloque comunista en abrir sus fronteras a Occidente. En 1989 el Parlamento aprobó los derechos de huelga y manifestación pública. La nación se unió a la OTAN en 1999 y a la Unión Europea en el 2004.
VISTA NOCTURNA DEL PARLAMENTO
Hoy Hungría conserva su cultura a lo largo de su historia que comprende sometimiento y la revuelta contra turcos y austriacos. Su comida, su idioma propio - conocido como magiar - y su música la distinguen de sus vecinos alemanes, eslavos y rumanos.
Después de alojarme en el Hotel Royal, junto con mi familia, en las habitaciones 101 y 110, tomamos un paseo por la ciudad y llegamos al Bastión de los Pescadores. Tal impresión me causó este sitio, que exclamé “Sí, esto, de alguna manera, es cómo Río de Janeiro.” Se trata de una terraza de estilo neogótico y neorrománico, situada en la orilla de Buda del Danubio, en la colina del castillo real de Budapest, cerca de la iglesia de Matías. Se diseñó entre 1895 y 1902. Sus siete torres representan las siete tribus magiares que se establecieron en la cuenca carpatiana en el año 896. Recibe el nombre del grupo de pescadores responsable de defender este enclave de las murallas de la ciudad en la Edad Media Es un hermoso mirador con numerosas escaleras y paseos. Entre el Bastión y la iglesia Matías se alza una estatua de bronce de Esteban I de Hungría a caballo, erigida en 1906.
BASTION DE LOS PESCADORES
PLAZA DE LOS HEROES
En el paseo por la ciudad se pasa por el Puente de las Cadenas. Es el símbolo de Budapest. Es el primer puente permanente entre Buda y Pest. Es el más antiguo de los puentes que une a ambas ciudades y es también uno de los más conocidos sobre el río Danubio. El conde István Szechenyi – que hizo mucho por el país y la ciudad – en Inglaterra vio el puente de cadenas del ingeniero William Clark y le encomendó la preparación de los planes del primer puente permanente húngaro. La ejecución de la obra fue encargada al ingeniero civil escocés Adam Clark. Los trabajos se iniciaron en 1839. El Puente de las Cadenas fue inaugurado el 20 de noviembre de 1849. Los leones que se encuentran en las entradas del puente se deben al escultor Marschalkó János. Al final de la Segunda Guerra Mundial las tropas alemanas dinamitaron el puente. Su reconstrucción se inauguró el 21 de noviembre de 1949, con ocasión del festejo del primer centenario de su construcción.
En Pest se hallan los centros comerciales, los bancos, el Parlamento, los ministerios, los teatros, los cines y el Gran Circo de la capital. En su sector norte se encuentran las boutiques más caras y más elegantes de la ciudad. Al norte de la Plaza Vorosmarty, el corazón de la ciudad, y a las orillas del Danubio, se extiende la City, en el sentido londinense del término. Allí está el enorme edificio del Parlamento, de estilo neogótico y copia de Westminster, el Banco Nacional de Hungría, así como la mayor iglesia del país, la Basílica de San Esteban, que tiene cabida para 8.500 personas. La basílica, cuya planta parece una cruz griega, fue consagrada en 1905. En la torre de la derecha se encuentra una campana de nueve toneladas, la más grande del país. En la capilla, ubicada detrás del santuario, se conserva la reliquia más importante de la cristiandad húngara. Se trata de la mano derecha momificada de San Esteban, rey de Hungría y fundador de su iglesia. Uno de los encantos de Pest lo constituye la avenida Andrássy ut, la más grande y más hermosa de la ciudad, que despliega una arquitectura de palacetes y edificios eclécticos, con monumentos pomposos y cafés que le dieron gloria intelectual y artística a Budapest en los albores del siglo XX.
BASILICA DE SAN ESTEBAN
En Buda se integran armónicamente árboles, colinas, bosques, montañas y ricos chalets. Allí están el Monte de la Fortaleza y el Barrio del Castillo. El Monte de la Fortaleza se eleva a 50 metros sobre el Danubio, y se extiende en dirección norte-sur en una longitud de 1.500 metros. Se le compara con una enorme galera de piedra. En su parte norte se encuentra la ciudad cívica, y en el sur el Palacio Real. Son dos partes bien diferenciadas. Este monte es un lugar encantador. Según algunos es aquí donde reside el auténtico espíritu de Budapest. El barrio del Castillo se destruyó casi por completo al final de la Segunda Guerra Mundial. El Palacio Real fue reconstruido por completo después de esta guerra. Se puede disfrutar aquí exposiciones de pintura histórica. En los edificios del Palacio Real se instalaron la Galería Nacional, el Museo de Historia de Budapest, el Museo de Historia Contemporánea y la Colección de Ludwig. También aquí se observan los restos del Palacio Real renacentista, que fue destruido no por los turcos, que lo conquistaron en 1541 por medio de un ardid, sino por las tropas cristianas, al reconquistarlo en 1686.
La Iglesia de San Matías, en la Plaza Trinidad, escenario de coronaciones de varios emperadores, data del siglo XIII, y fue reconstruida en los siglos XIV, XV y XIX. Aquí se destaca su cúpula azulejada, los murales, la vidriera de la parte trasera y los tesoros artísticos situados en el pórtico sur. En esta iglesia se encuentra la tumba del rey Béla III y de su esposa Ana de Antiochia. Tres de los reyes húngaros habrían sido coronados en esta iglesia. Tiene una rica colección de relieves de piedra, de reliquias y de recuerdos de coronación. En su tesorería se puede ver las obras maestras de la orfebrería y también prendas textiles eclesiásticas.
IGLESIA DE SAN MATIAS
Regresamos al Hotel y luego tomamos un tour nocturno hacia el Teatro, para deleitarnos con unas magníficas tradicionales danzas húngaras. Al salir de este espectáculo, pasamos un rato muy agradable en la taberna llamada "Boronzo Sorozo - Aram Hordo Vendeglo", en Buda, donde bailamos y cantamos el "Alma LLanera". El recorrido en bus, finalmente, nos llevó por la Budapest nocturna, iluminada magníficamente en sus principales edificaciones, confirmando así el embrujo de la perla del Danubio. Hay, con esta vista, una peculiar sensación de estar realmente en Europa.
VISTA DEL DANUBIO