miércoles, 31 de diciembre de 2008

LUXEMBURGO
















VISTA DESDE MIRADOR AMURALLADO
















LUXEMBURGO

Eran las 9 de la noche del jueves 9 de agosto de 2001 cuando, procedente de Le Mans, luego de un largo recorrido, llegaba al pueblo de Longwy, ubicado en la frontera entre Francia y Luxemburgo. Había manejado desde aquella localidad hasta los alrededores de París, buscando la población de Auvers Sur Oise, a la cual mi esposa, Gwen Auvert, quería conocer. Al resultar infructuoso y al estudiar el mapa, decidimos dirigirnos a Luxemburgo, para conocer este Ducado. La pequeña localidad de Longwy tiene alrededor de 15.000 habitantes, pertenece al Departamento de Meurthe et Moselle, región de Lorena. Nos alojamos en el Hotel Du Nord, habitación 12 bis. Es una población muy pintoresca, con una amplia plaza central típica, adornada de muchos árboles y flores en los postes.













VALLE
















PUENTE ADOLFO


Al día siguiente, 10 de agosto, a las 10 am, nos dirigimos de inmediato a Luxemburgo. Este gran Ducado es el séptimo país más pequeño de Europa. Queda al noroeste de Europa y forma parte de la Unión Europea. Limita con Francia, Alemania y Bélgica. Luxemburgo es el segundo país a nivel mundial del PIB per cápita. Su capital, Luxemburgo, ostenta la quinta posición de ciudades con mejor nivel de vida del mundo. Luxemburgo se ha convertido en uno de los países más ricos, impulsado por un gran crecimiento en el sector de los servicios financieros, la estabilidad política y la integración europea. El Gran Ducado es una monarquía constitucional. Desde la Constitución de 1868, los poderes ejecutivos recaen sobre el Gran Duque y su gabinete. Este monarca tiene el poder de disolver el parlamento y convocar a elecciones para elegir uno nuevo.




















ESCUDO DE ARMAS DE LA CIUDAD













MUSEO DE LA FORTALEZA

La ciudad de Luxemburgo es la capital del Gran Ducado, del distrito y del cantón homónimo. La ciudad nace alrededor del año 963 con la construcción de un castillo sobre los vestigios de un antiguo castillo romano llamado “Lucilinburhuc” (pequeño castillo), propiedad de Sigifredo I de Ardenne. Los barrios antiguos así como las fortalezas de la ciudad fueron declarados Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO, en 1994.
Lo primero que noté al llegar a la ciudad es que está amurallada y tiene una serie de fortalezas. Sus calles tienen un estilo muy marcadamente europeo. Son preciosas en su urbanismo y arquitectura. Se nota el orden y el buen gusto por todas partes. Por toda la ciudad había figuras de vacas de diferentes colores. Nos detuvimos en los miradores de la entrada para apreciar la gran belleza de esta ciudad. Me he detenido en el Gran Palacio Ducal, donde asienta en su trono Su Alteza Real, el Gran Duque Enrique I de Luxemburgo, hijo del anterior Gran Duque Juan de Luxemburgo y la Princesa Josefina Carlota de Bélgica. El Palacio hace esquina con una de las plazas más hermosas que he visto en Europa, con redoma de muy apreciada jardinería y torres con reloj, de arquitectura medieval. He disfrutado al máximo al conducir por los barrios y urbanizaciones de Luxemburgo, con el exquisito estilo de sus casas.















EDIFICACIONES




CALLE CENTRICA





















PALACIO DEL GRAN DUCADO

Nos detuvimos en la Plaza de Armas. Allí se encuentra la Cámara de Diputados y una de las entradas del Gran Palacio Ducal con el escudo en su puerta que retrata un león rojo coronado de dorado. Por la plaza hay una gran variedad de tiendas de muñecas de colección – como no las he visto en otra parte - y de finísimos jarrones chinos. Caminamos por la “Calle de la Reina.” Estuvimos al pie de la estatua ecuestre de Guillermo II y en la plaza de pedestales redondos con la estatua de la Princesa Carlota. Me detuve al pie del edificio de la Presidencia de la Gobernación, Ministerio de Estado, Nº 4, a cuyo pie había unas exuberantes hortensias. Eran las 11:40 am y a esta hora sentía que me encontraba en una de las ciudades más hermosas de Europa.















PLAZA DE ARMAS
















ESTATUA GRAN DUQUE GUILLERMO

De inmediato, entramos a la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo. Lo primero que vi fue un magnífico fresco de San José, Protector de la Iglesia. En otra pared lateral hay otro fresco del Sagrado Corazón de Jesús. Se aprecia también una placa, de fecha 8 de diciembre de 1963, en la cual se señala que durante el pontificado del Papa Paulo VI y el reinado de la Gran Duquesa Carlota, se dedicó esta catedral a la consolación de los afligidos patronos de la ciudad y de la patria. En el Altar Mayor hay una bella imagen de Nuestra Señora de Luxemburgo, con el Niño Jesús en brazos, y a un costado la representación del escudo arzobispal. Al salir notamos que la Catedral tiene unas torres de altas puntas. Acabamos de conocer en la Plaza Mayor el “Hotel de Ville”, como se denomina la Municipalidad, con dos portentosas figuras de leones en su puerta principal, las fuentes antiguas de que hay en esta plaza y las preciosas casas decoradas con profusas flores en sus ventanas.



















CATEDRAL NUESTRA SEÑORA

DE LUXEMBURGO




INTERIOR DE LA CATEDRAL





















ALTAR MAYOR

Ya de tarde, saliendo del downtown, me volví a detener en los miradores amurallados de Luxemburgo, para despedirme de esta magnífica ciudad, que me cautivo por su belleza, estilo y glamour.

LUXEMBURGO NOCTURNA