El 17 de Agosto de 2001 tuve la ocasión de conocer uno de los templos más enigmáticos del cristianismo. Me refiero a la Catedral de Chartres, en Francia. Este templo, junto con los de Reims y Amiens, configura una de las tres joyas de la arquitectura gótica francesa. Allí se reúnen una serie de misterios que vinculan su construcción con la religión cristiana y otros tantos ligados a aspectos más paganos y hasta astrológicos. Desde su exterior lo primero que impresiona son sus dos torres muy altas y asimétricas. Igualmente, es de destacar los sólidos arbotantes, especie de arcos en su parte posterior, que constituyen uno de los signos más característicos de la Catedral. Edificada en sus inicios por los druidas celtas sobre un terreno con aguas y energías curativas, fueron en total cinco las iglesias erigidas a largo de los siglos, todas ellas destruidas por otros tantos incendios. Su actual versión fue la reconstrucción parcial del templo, realizada por el sabio, arquitecto, gramático, aritmético, astrónomo, médico y músico, Fulbert de Chartres.
FACHADA DE LA CATEDRAL DE CHARTRES
ARBOTANTES DE LA CATEDRAL DE CHARTRES
Al entrar, en medio de un ambiente sombrío, más bien oscuro, sin embargo resaltan 2.600 m2 de vidrieras, vitrales y rosetones. En el altar mayor una espectacular escultura de la Asunción de la Santísima Virgen es el motivo principal. Bordeando el altar mayor hay una secuencia de una serie de acontecimientos del cristianismo, tallados en piedra, entre ellos la degollación de los santos inocentes. Sobre una alta columna se yergue una Virgen, la Virgen del Pilar, con el niño, negros ambos, ataviados en color dorado, que hacen un raro contraste. A propósito, como bastión de la cristiandad, Chartres entre las reliquias que conserva, tiene el “velo de la Virgen”, un trozo de una camisa de la Virgen María, a la que está consagrado el templo, y la que habría llevado durante el tiempo de su embarazo. El misterio del velo data del año 911, cuando fue utilizado como bandera para rechazar un ataque normando a Chartres.
VIDRIERAS Y MEDALLONES - CATEDRAL DE CHARTRES
VIRGEN DEL PILAR-CATEDRAL DE CHARTRES
TUNICA DE LA VIRGEN - CATEDRAL DE CHARTRES
En la planta de la nave central, está esculpido, en piedra blanca y azul, el famoso laberinto de la Catedral. En verdad, no es propiamente un laberinto, pues es imposible perderse en él, ya que sólo hay un camino y conduce al centro. El laberinto muestra un camino fijo de 294 metros de recorrido, que debe ser seguido con ritmo, según un ritual. Para los clérigos cristianos, este laberinto sustituía el viaje a Tierra Santa y proporcionaba las mismas indulgencias. En el centro del laberinto, según unos, está Dios y la salvación. Para otros, el laberinto tiene la misión de defender el centro, el acceso o “iniciación” a la sacralización, la inmortalidad y la realidad absoluta. Los más extremistas aseguran que el laberinto está relacionado con el recorrido de las corrientes telúricas que serpentean bajo los cimientos de la catedral.
LABERINTO - CATEDRAL DE CHARTRES
A pesar de todos estos símbolos del cristianismo, son notorias las ausencias en la decoración de algunos episodios cristianos. Hay referencias a temas astrológicos, como el que en su suelo se representa la constelación de Virgo, que daría respuesta al enigma del por qué la planta del templo se orienta en sentido norte-este, que contradice los cánones arquitectónicos, según los cuales las iglesias se orientaban hacia Palestina, es decir hacia el este. Estos son los enigmas de la Catedral de Chartres, algunos cristianos, algunos paganos, algunos astrológicos, algunos míticos. Todos ellos, sin duda, viajeros por los laberintos del tiempo, en un sopor de silencio.
1 comentario:
Muchas gracias por tran interesante informacion.
Vicente perez
Barcelona (SPAIN)
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